Pepe Manzano es un docente con gran vocación y amor por su profesión. Siempre está tan disponible para la comunidad, que en su casa le hacen bromas por tanta dedicación. “Me dicen que paso más tiempo en la escuela que en mi casa… y a veces pienso que sí tienen razón”, dice entre risas. Servicial y amable, siempre está listo para ayudar a los demás, además de velar por todos los niños y niñas de la escuela donde enseña. Su compromiso para promover el bienestar y las mejoras en la Institución Educativa Francisco José de Caldas, sede Marco Fidel Suárez, en el municipio de Tibú (Norte de Santander), donde imparte clases todas las mañanas es inspirador.
Es educador desde hace veinticinco años y siempre le ha gustado enseñar desde la práctica y no solo desde la teoría. Pepe vela por el cuidado del medio ambiente, por no ver basura en el piso, por promover el reciclaje y el ahorro del agua y por incentivar a los niños a replicar estas buenas prácticas en sus hogares. “Siempre he dictado educación artística, religión, ética y filosofía porque yo soy licenciado en filosofía y ciencias religiosas. Ese es mi fuerte con los niños y trabajar con la comunidad”, explica.
“Recuerdo que los baños estaban a medio funcionar, las puertas estaban desniveladas y no cerraban, la cañería de aguas negras estaba tapada y nos tocaba usar un balde para bajar la cisterna. A los niños les daba pena cuando necesitaban usarlos y los tanques no habían recibido mantenimiento en años”, relata con determinación el profesor. Acción contra el Hambre, con el apoyo de Bodegas Emilio Moro, intervino en esta institución para mejorar las instalaciones sanitarias, proporcionando así espacios dignos para los niños y niñas. Además, se construyeron puntos de lavado de manos para fomentar la higiene y se llevó a cabo el mantenimiento de los puntos de hidratación garantizando el acceso a agua segura.
Pepe está muy pendiente de que las obras funcionen de la mejor manera. “Todo lo que están colocando es de primera mano, le han puesto empeño para que los niños tengan un lugar digno para hacer sus necesidades fisiológicas. Los tanques ya los lavaron y destaparon toda esa tubería. La obra va a quedar muy excelente”, cuenta Pepe.
“Ahora hay que cuidar y mantener todo en las mejores condiciones y también nosotros aportar e inventar cosas desde el conocimiento que tenemos. Yo, por ejemplo, ya estoy implementando unos medidores para los tanques, así sabemos cuando hay mucha o poquita agua”, indica. Su visión va más allá de lo inmediato, anticipando necesidades y proponiendo soluciones innovadoras como el uso de estos medidores.
Pepe Manzano, un educador, un líder comunitario y un defensor incansable del bienestar infantil, es un ejemplo del poder transformador de la educación y el compromiso social.
