¿Recuerdas cuándo fue la última vez que despediste a una prima, tío, madre, padre o hermana en las puertas de un aeropuerto o una terminal de transporte, viendo cómo desaparecía frente a ti con sus maletas llenas de sueños y la emoción o incertidumbre de empezar una nueva vida en otro lugar?
No solo han sido tus familiares, también puedes ser tú. Imagina cómo sería tu experiencia… el conocer otras personas, otras culturas, disfrutar de otros climas y alimentarte de esa comida desconocida para ti. Sin embargo, este escenario no es el de la mayoría de migrantes.
“El hambre juega un factor importante como causa y consecuencia de la movilidad o migración forzada. Los conflictos violentos, los disturbios políticos y/o la pobreza extrema han provocado flujos sustanciales de migración forzada, que están estrechamente relacionados con la inseguridad alimentaria” Acción contra el Hambre, boletín de migración.
“Aproximadamente el 3,6 por ciento de la población mundial, reside actualmente fuera de su país de origen” según la oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas.
Actualmente en el mundo hay más de 281 millones de personas migrantes y de ellas un gran porcentaje tuvo que hacerlo por encontrarse en situaciones de vulnerabilidad por el hambre, la inseguridad, los conflictos o el miedo. En resumen, la migración es consecuencia de diversos factores económicos, políticos y sociales y cada uno puede ejercer su derecho a migrar en búsqueda de un mejor porvenir.
“Según las naciones unidas, el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, garantiza la libertad de movimiento. Todas las personas deben tener la oportunidad de viajar dentro de su propio país y escoger dónde vivir.” Por tal motivo, desde Acción contra el Hambre rechazamos cualquier acción promotora de actitudes xenófobas, de racismo o rechazo hacía la población migrante o retornada, y promovemos activamente desde nuestras acciones y proyectos la integración, respeto y dignificación de cualquier persona en condición de vulnerabilidad por migración, porque tenemos derecho a vivir bien y vivir dignamente.
Por eso nos unimos este 18 de diciembre a la conmemoración del Día Internacional del Migrante, con la esperanza de que acabemos juntos con las condiciones adversas de todas las comunidades migrantes y en especial que acabemos con el hambre, la desnutrición y aseguremos el acceso al agua segura de quienes más lo necesitan.
Sea cual sea tu viaje, recuerda siempre que a tu alrededor hay más viajeros como tú queriendo ayudar a sus familias y luchando por cumplir sus sueños.